No me equivoco al decir que este dormitorio es el soñado para un bebé. Si tuviera que describirlo con palabras sueltas serían: cálido, paz, confortable, ternura, belleza.
La idea principal de este dormitorio del bebé era que haya contacto constante con sus padres. Para ello se realizó un sector de lectura, donde vemos que en la pared se colocaron estantes que funcionan como biblioteca, y en ella vemos una gran variedad de cuentos infantiles. También se colocó un sillón blanco y un puff de lana muy colorido para que la madre o el padre que le esté haciendo compañía a su bebé esté cómodo.
Las paredes y los muebles son blancos; como dije reiteradas veces, el blanco es el color que da la sensación de amplitud y luminosidad en cualquier espacio. Lo llamativo son las rayas del techo de color blancas y turquesas. ¡Queda muy bien!
Y como en varias ocaciones mencioné, no puede faltar una alfombra en los dormitorios de bebés, ya que estas proporcionan una superficie más segura y cálida para su hijo.
Un encanto, ¿no?